Al margen de los
episodios históricos que aporta la realidad que a uno le toca vivir,
como la abdicación de un rey, las corruptelas políticas o la crisis
de un país, están los momentos que marcan nuestra existencia
particular. La biografía de cada cual está repleta de esos
instantes que, conscientes o no, nos han transformado en lo que
somos. A poco que uno rastree, se encuentra en ellos con total
seguridad. Un amigo apasionado de la música me contó que una tarde
cualquiera de un día cualquiera de hace ya bastantes años, siendo
él adolescente escuchó en la radio una canción, que le supo
maravillosa. Ese día, aquel instante, que no tiene para el mundo la
categoría de haber pisado la luna ni de haber descubierto el
universo, significó para si mismo un momento estelar: el de
descubrirse en la sensibilidad musical. El de sentirse fascinado por
aquel sonido venido del transistor. Uno se pasa la vida esperando que
le ocurran cosas sorprendentes y descuida estos pequeños detalles
que, en realidad, son los grandes acontecimientos que son aportan,
sin pretenderlo, el anhelado sentido que buscamos. Un verano
cualquiera de un año cualquiera, cuando yo era adolescente, mi
hermana me dio un libro. Ese libro se titulaba Momo. Su autor Michael
Ende. Estoy segura de que leí otros libros antes. He leído libros
después. Pero aquella tarde de verano de aquel año que no recuerdo,
me observo claramente abriendo el volumen y sintiendo que aquella
historia que salía de sus páginas era algo más que un cuento. Mi
amigo me contó que escuchando la canción entonces sintió, sin
entender muy bien las razones, que se le erizaba la piel. Yo, al leer
ese libro, sentí igualmente algo especial. De ese algo especial
están hechas nuestras biografías. Los momentos históricos de
nuestras vidas no constan de acontecimientos cósmicos, no tenemos
que esperar a que abdique un rey para escribirlos, nos basta con
recuperar del recuerdo los pequeños instantes que son las grandezas
de nuestras vidas. Lo que nos cambió sin darnos cuenta. En lo que
nos hemos convertimos. Lo que somos.